En medio de tantas deficiencias y
precariedades los médicos en algún momento entendían que el comportamiento de
un profesional de su rama estaba enlazado sin tiempo ni condición al servicio
de sus semejantes, en el día de hoy y salvo honrosas excepciones el mundo de
las redes sociales es más importante que la salud y el padecimiento humano.
Ayer mientras estaba en la plaza
de La Salud en la República Dominicana, fui testigo de cómo esta nueva generación
de galenos entiende el deber y realiza sus funciones, en franca contradicción
con lo que jura un medico al graduarse estas tres “Doctoras”, se deleitan
usando las redes sociales mientras a su lado los pacientes se debaten entre la
vida y la muerte.