El
abuso diario, las humillaciones, vejaciones, discriminación y falsa disciplina
a que son sometidos miles y miles de seres humanos alrededor del mundo en
nombre de una falsa que ha sido montada desde los tiempos de la Roma imperial
parece haber rebosado la copa en este siglo XXI.
Mientras
acuden a nuestros pensamientos noticias sacadas de los diarios de Chile,
Argentina, Estados Unidos, España, Londres o Nepal, transitamos por un momento
histórico en el que los dueños de las verdades absoluta no tienen espacio, hoy
cada uno “a su modo y manera” como decía Galeano busca su propia verdad.