Redacción Internacional, 31 ene (EFE).-El
grupo yihadista Estado Islámico (EI), que difundió hoy un vídeo con la
decapitación del periodista japonés Kenji Goto, ha asesinado a numerosos
rehenes secuestrados, entre ellos a dos periodistas estadounidenses.
Los dos periodistas occidentales asesinados con
anterioridad en Siria son los estadounidenses James Foley y Steven
Sotloff. Las imágenes de la decapitación del primero fueron hechas
públicas el 19 de agosto de 2014, poco tiempo después de una fallida
operación de rescate en una localización no concretada.
En el fondo de la grabación divulgada por los
terroristas se veía al segundo periodista, Steven Sotloff, mientras
pedía a Estados Unidos que cesara sus bombardeos sobre Irak. Sotloff
corrió la misma suerte que su colega el 2 de septiembre.
Además de los dos periodistas estadounidenses, un
grupo terrorista afín al Estado Islámico anunció el pasado 7 de enero
que había asesinado a dos informadores tunecinos, Sofián Churabi y Nadir
al Qitari, en Libia.
Al asesinato de los periodistas secuestrados hay
que sumar la decapitación de tres trabajadores sociales, los británicos
David Haines y Alan Henning y el estadounidense Peter Kassig, y del
ciudadano japonés Haruna Yukawa, hace una semana.
Tras asesinar ahora al periodista "freelance"
japonés Kenji Goto, el Estado Islámico mantiene en su poder al reportero
británico John Cantlie, al que también amenazó con asesinar si no se
cumplen sus peticiones.
Los captores han hecho públicos varios vídeos de
John Cantlie, el último el 3 de enero de 2015, en los que el fotógrafo,
vestido en algunas ocasiones con un mono naranja como el usado por los
internos de Guantánamo, critica la política de su país y de EEUU. Se da
la circunstancia de que Cantlie había sido ya secuestrado en Irak en
julio de 2012 pero fue rescatado una semana después.
Por su parte el rehén japonés ahora muerto fue el
encargado de anunciar en un vídeo el 24 de enero de 2015 la ejecución de
su compatriota, Haruna Yukawa, y de pedir la liberación de la
terrorista Sayida Rishawi, encarcelada en Jordania.
Además del Estado Islámico, la red terrorista
internacional Al Qaeda se ha responsabilizado de la muerte de otros
periodistas occidentales.
El 6 de diciembre de 2014 murió el reportero
gráfico estadounidense Lucas Somers durante una operación conjunta
estadounidense-yemení llevada a cabo cuando quedaban menos de 24 horas
para que expirase el ultimátum de Al Qaeda en la Península Arábiga
(AQAP), el grupo yihadista que le mantenía como rehén.
Mayor impacto mediático ha tenido el reciente
asesinato de ocho periodistas y caricaturistas de la revista satírica
francesa "Charlie Hebdo", incluido su director, el 7 de enero pasado por
los disparos indiscriminados de dos yihadistas que irrumpieron en la
redacción en París, donde mataron en total a doce personas, en una
acción reivindicada por Al Qaeda en Yemen en un vídeo divulgado días
después de la matanza.
Fuente: AGENCIAS
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