El evento se desarrolló el día viernes 13 de marzo en el local de la institución, ubicado en la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, a partir de las 10 de la mañana.
Se inició con la interpretación del Himno Nacional por la Banda Militar de música del Ministerio de Defensa dominicano.
A continuación, se rindieron los honores militares al general Juan Pablo Duarte, padre de la Patria; hubo cuatro floreos y 19 salvas de cañones por la batería de artillería del Ejército.
También se desarrolló una dramatización del arribo del patricio a cargo del grupo de teatro del Ministerio de Cultura, dirigido por el actor Luis de los Santos.
Se produjeron a continuación las ofrendas florales por el Instituto Duartiano y los ministerios de Defensa y de Educación. Un grupo de niños y adolescentes del liceo matutino Simón Reyes fue invitado a izar la bandera dominicana como expresión de respeto a los símbolos patrios.
El diputado Víctor Bisonó Haza se dirigió a los concurrentes, entre ellos miembros del cuerpo legislativo, los miembros del Instituto Duartiano y otros asistentes, exaltando el ejemplo de Duarte y exhortando a seguir ese ejemplo.
Estuvieron presentes el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, el representante del ministerio de Relaciones Exteriores, Pedro Gómez; el director general de Cultura del ministerio de Educación, Rafael García Romero y miembros de la Comisión Permanente de Efemérides Patria, el poeta Tomás Castro Burdiez, entre otros.
Después, el coronel Justo del Orbe Piña, habló en representación del ministerio de Defensa.
Destacó la trascendencia del acto y la magna misión que se impuso Duarte de liberar a la patria y crear un orden nuevo en el territorio dominicano.
Luis de León, viceministro de Educación, ponderó el patriotismo inquebrantable del fundador de la República, la significación profunda de este aniversario y la necesidad vital de seguir los pasos de su fundador.
La clausura del acto conmemorativo estuvo a cargo del profesor José Joaquín Pérez Saviñón, presidente del Instituto Duartiano, quien enumeró los peligros que corrió el insigne patricio en su odisea libertaria. La mayoría de los disertantes se refirieron a los nuevos retos que tiene la República en torno a su independencia y llamaron a preservar la soberanía nacional a toda costa ante los peligros crecientes que la amenazan.
En el cierre de esta celebración patriótica se interpretó el Himno a Duarte por la banda de música ministerial.
Dramatización del arribo del patricio a cargo del grupo de teatro del Ministerio de Cultura, dirigido por el actor Luis de los Santos.
JOSÉ GINEBRA: ¡Albricias, albricias, el General Duarte ha llegado!
FRANCISCA: Por la mañana desembarcaron.
ARZOBISPO: ¡Salve, Padre de la Patria!
FRANCISCA: Con el arzobispo estaban los sacerdotes que tanto lo querían.
ROSA: Y el pueblo en masa victoreando.
FRANCISCA: ¡Al poner el pie en tierra el cañón de la Fortaleza lo saludaba con los tiros de ordenanza! ¡Y todo era conmoción y alegría!
ROSA: Al llegar a la Plaza de Armas el pueblo y el Ejército lo proclaman General en Jefe de los Ejércitos de la República.
FRANCISCA: Y en medio del triunfo más espléndido llega al Palacio de Gobierno; sabiendo que una palabra sola le bastaba para aniquilar los proyectos ambiciosos de los noveles... republicanos...
ROSA: Llega el inexperto joven y ofrece su espada a la Junta que sólo aguardaba sus órdenes, y en recompensa de su modesto desprendimiento, le da el título de General de Brigada.
FRANCISCA: Él lo recibe sin hacer alto en nada y todo lo renuncia en favor de sus conciudadanos...
ROSA: Del Palacio de Gobierno se dirigió a nuestra casa, el pueblo y el Ejército lo acompañaban con Banda Marcial.
MANUELA: ¡Hijo mío! ¡Bendito sea Dios! (Se abrazan.)
DUARTE: Madre. ¡Cuanta falta me hacían! (Abraza a Rosa y a Francisca que lloran.)
MANUELA: ¡Ay, el pobre Juan José que no pudo ver esto!
DUARTE: Él lo está viendo, mamá! (Se abrazan todos. Lloran.)
MANUELA: ¡Él pensaba tanto en ti!
UNO: ¡Viva Juan Pablo Duarte!
TODOS: Viva. (Vienen a abrazarle.)
ROSA (Se enjuga una lágrima.): Todos querían saludarle, venían desde muy lejos al oír los cañones; vinieron cientos, y nadie quería irse hasta no haberle dado un abrazo.
SÁNCHEZ (Hace una bandera con unos velos y la pone a ondear.): ¡Hoy no hay luto en esta casa, no puede haberlo, la Patria está de pláceme, viste de gala, y Don Juan José mismo desde el cielo bendice y goza en tan fausto día!
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