Por María Victoria Ureña
El reciente discurso de
Hipólito Mejía por una cadena de radio y
televisión fue totalmente divorciado a sus hechos y actuaciones, al escucharlo
creí estar en otro planeta del universo
con otro candidato o actor que hablaba de hacer cosas buenas cuando en sus
recorridos dice lo contrario, pero no, era el mismo Hipólito disfrazado de
oveja que se dirigía a la nación que él mismo destruyó.
Sin lugar a equivocarme, esa alocución fue
redactada por sus asesores extranjeros que no conocen nada de la pasada
gestión que Mejia tan desastrosamente encabezó, arrebatándoles muchísimas oportunidades de
progreso a los hijos de ésta tierra : en educación, empleos, en salud, en
planes sociales, crecimiento económico y la ejecución de obras de
infraestructuras y mas.
Me atrevería asegurar que
esa apresurada alocución es el resultado de las continuas metidas de patas del
candidato del PPH, que ha trastocado áreas sensibles de la sociedad como el
relajo que pretende convertir un programa social tan especial como el creado
por el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
y que los Organismos Internacionales han reconocido su desempeño exitoso.
Ahora Hipólito Mejía que
sigue siendo el mismo del 2000 al 2004, quiere tapar el sol con un dedo diciendo que
en un posible gobierno suyo, espero que NO, ampliar el referido programa social
y crear políticas a favor de las mujeres, luego de su ofensa a ese ser tan
especial como las mujeres. Usted derramó
su agua turbia por toda la sensibilidad
de aquellos que son mas vulnerables de la sociedad, difícilmente la pueda recoger este 20 de mayo.
Le aseguro que su discurso
se volverá contra usted señor Mejía. Por que la gente ya no cree en sus
patrañas y en sus arrepentimientos, hay muchas almas heridas por sus ímpetus
incontrolables.
Las mujeres dominicanas
especialmente les vamos a responder con mucho gusto éste domingo 20 de mayo
bien tempranito y le aseguramos que usted no quedará con gusto de volver a
ofender a las mujeres.
Ah y cuidado con meterse con la doctora
Margarita Cedeño de Fernández, ahórrese sus
amenazas, porque ahí usted va a saber si el gas pica y la gasolina
empolla, digo esto para que no le valla peor.
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