Por LUIS A. CASILLA
Son
hijos malos y renegados aquellos que participan en actividades de agitación pública
para frenar el justo reclamo de no tocar “Loma Miranda”. Ellos hacen coros con
los señores depredadores internacionales para que en República Dominicana siga
hacia adelante toda destrucción de la biodiversidad y los diversos ecosistemas por medio de
la megaminerías.
Son
mentirosos los que proclaman una supuesta bonanza para la provincia Monseñor Nouel,
la subregión y el país, pues a más de cuarenta y cinco (45) años de explotación
minera esta subregión es más pobre y menos sostenible.
Son egoístas los que pretenden que se
desmonte Loma Miranda impidiendo de esta manera que las generaciones del futuro
inmediato tengan un disfrute de los recursos naturales y el medio ambiente en
igual o mayor proporción al que nosotros hemos disfrutado en la actualidad.
Es
una traición por partes de personeros que adjuran del compromiso contraído con la
patria y su región, y ahora se entremezclan con los depredadores del país
vociferando ¡loas! a favor de la destrucción de Loma Miranda.
Son
miserables y portadores de miserias
los que pretenden confundir al pueblo dominicano y a los habitantes de la
provincia Monseñor Nouel diciéndoles: Es posible la destrucción de Loma Miranda
a cambio de un mísero “plato de lentejas”.
Apocalipsis 7:3
“No
hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los arboles hasta que hallamos
sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”.
Apocalipsis 11:18
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