Autor:
Editor AJ el Mié, 02/04/2014 - 08:43.
Adriana Mendoza, especialista en Pediatría y
Puericultura y en el Abordaje Biomédico de los Trastornos del Desarrollo,
asegura que el 95% de los pacientes con autismo padecen trastornos
gastrointestinales que, al tratarse, mejoran notablemente las conductas
El Día Mundial de
Concienciación sobre el Autismo se celebra el 2 de abril de cada año y tiene
como finalidad, no solo generar comprensión, sino que también es una llamada a
la acción. De hecho, el mensaje de este año del Secretario General de la
Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dice: “Insto a todas las
partes interesadas a participar en lapromoción de
los avances prestando apoyo a programas de educación, oportunidades de empleo y
otras medidas que ayuden a hacer realidad nuestro ideal común de un mundo más
inclusivo”.
Es por eso que la doctora venezolana Adriana Mendoza –certificada por la Liga
de Intervención Nutricional para el Autismo en Tratamiento Biomédico para los
Trastornos del Espectro Autista, Hiperactividad y Déficit de Atención– ha
tomado la iniciativa de difundir el mensaje de cómo los pacientes que atienden
su condición desde el sistema gastrointestinal pueden llegar a tener una
evolución notable en su desarrollo natural como seres humanos.
La recomendación principal de Mendoza es que no se
puede dejar de lado la parte biomédica, porque entonces la evolución del
paciente no va a ser tan favorable. Una de las causas del autismo es la
intoxicación por metales pesados, como por ejemplo plomo, mercurio y aluminio.
Estos son los principales minerales que comúnmente los médicos encuentran en
los exámenes de laboratorio. Lo primero que se debe hacer luego de un
diagnóstico oportuno es, entonces, desintoxicar al paciente para sanar al
intestino de esa falla gastrointestinal severa que han adquirido por
intoxicación ambiental, vacunas, alimentos, entre otros elementos genéticos y
ambientales que han contribuido a su condición.
Todos los pacientes, dice la doctora Mendoza, deben
evaluarse desde el punto de vista gastrointestinal siempre de la mano con un
gastroenterólogo, ya que el 95% de los pacientes está científicamente
demostrado que tienen alteraciones en su sistema digestivo y esto conlleva a la
mala digestión y absorción de los alimentos que llegan al sistema nervioso
central y lo intoxican.
Ciertos alimentos como el gluten y a caseína actúan como opioide en el sistema
nervioso central. Esta mala alimentación genera la inatención, la alta
tolerancia al dolor, estigmas que son muy característicos en los pacientes con
autismo como correr en puntillas, el aleteo, el caminar sin sentido, los
gritos, la autoestimulación que puede ser tocar algo, golpearse.
Parte de la desinformación que hay en torno al autismo
se debe a que las madres no saben cómo actuar frente a una de las más
importantes señales de alarma, que se produce cuando se dan cuenta de que hay
algo en la conducta de su hijo que no está normal. En ese caso, lo más
importante es acudir a las personas que estén especializadas en el área porque
no todos los pediatras están capacitados para evaluar a los niños con autismo.
También es imprescindible asistir a la terapia con el especialista adecuado. No
todos los psicólogos están capacitados para hacer una evaluación que dé el
diagnóstico correcto. Pero lo importante es que, si la condición se trata de
manera adecuada, puede mejorar notablemente.
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