lunes, 9 de febrero de 2015

EL HISTORICO ACUERDO POLITICO DEL NOVENTA Y SEIS



Por Gabriel Lorenzo C.

Joaquín Balaguer y Juan Bosch
Al final del siglo pasado se produjo un acontecimiento político con el pueblo dominicano como testigo de ese acuerdo histórico donde los dos lideres antagónicos por más de medio siglo se disputaron el poder político de la nación y cuando nadie espera ese acuerdo en medio y bajo el candente sol en un mitin en la Máximo Gómez con Veintisiete de Febrero, en una tarde se reunieron Balaguer y Juan Bosch y anunciaron ese histórico acuerdo.


El panorama político indica que el mal manejo de la oposición la mantendrá dividida no por ignorancia sino por egoísmo y la falta de tacto político la oposición como  la izquierda dominicana solamente saben criticar y tildar a los demás de corruptos porque ellos son los Ángeles del cielo.  Con esa oposición nuestra el país que tanto queremos no tendrá desarrollo social, económico y político ya que cuando se cree que es el mejor los demás no cuentan para nada.

Debo confesar de buena fe que nunca me satisfizo la forma de Balaguer y él no podía ser de otra manera, porque duró treinta años al lado de Trujillo, y dice un refrán que el que con veneno se cría, veneno es su comida. Basado en el histórico acuerdo Balaguer-Bosch, en lo que claramente se trazó la línea de Pizarro, los Peledeístas y Reformistas deben fusionarse en base a un programa de gobierno donde se  tracen claras y definidas las metas no solo para alcanzar el poder político, sino para lograr erradicar la pobreza y mejorar la educación, la salud, viviendas, trabajos y definir la democracia y la libertad que el país requiere y necesita.

Una fusión del Partido Reformista y el PLD, significa que ambos partidos podrían retener el poder por muchos años y pudieran convertir la República Dominicana en un país desarrollado y  hacer de sus habitantes entes sociales felices. Ese sería un acuerdo político donde los reformistas en una primera etapa reciban una cuota de poder y en las subsiguientes elecciones postulen sin distinción alguna cualquier persona que reúna las condiciones que debe tener un candidato presidencial, como son capacidad, honestidad, tolerancia, perseverancia, moral y ética como norte de su personalidad.

Si somos capaces de creer en la justicia social, seremos capaces de convertir a la República Dominicana, en una nación desarrollada, justa, humana y viable donde los dominicanos nos sentiremos orgullosos, seguros y líder en el caribe.

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