Carlos Reyes es muy joven aún en el difícil oficio de la alta cultura, que no es un juego sino un cultivo mayor, un riesgo y una delicada fruición intelectual y espiritual. Todo el que expone se expone. El ha aceptado el reto que le depara este devenir poblado de mucha poesía falsa y poca verdadera. Hay que seguirlo, ver el efecto de las musas sobre sus sentimientos y su diario vivir.
A su edad de poeta, (la biológica no viene al caso ahora), es una esperanza de buen cultivo y mayores sorpresas aún. Tiene talento y el don necesario para continuar su trabajo creativo. Es como un vino que el universo pone a añejar.
Nació en Moca en 1976 y ha vivido en Mao, Valverde, gran parte de su vida. Es licenciado en Bioanálisis de la UASD, graduado en 2006. Concluyó recientemente la carrera de Licenciatura en Educación mención Filosofía y Letras en la misma universidad. Publicó en 2002 el poemario “Saudade” y en 2008 “Juego de espantos”. En 2009 publicó el titulado “Mitologías”, también en ese mismo año publicó “Letras del sol”, una antología de escritores de la Línea Noroeste. Ha sido incluido, con poemas o artículos, en revistas locales y de circulación nacional (como Valverde por Dentro, Vetas, CILIYA y País Cultural) y en los libros antológicos "Voces del Valle" de Ibeth Guzmán, Taty Hernández y Noé Zayas y en "Material Inflamable" de Luis Reynaldo Pérez. También han publicado trabajos de su autoría en la revista latinoamericana de poesía La Raíz Invertida, en su formato digital. Carlos Reyes es, además, bibliotecario y posee un récord Guinness de Lectura en voz alta.Es modesto y poco dado a conversaciones inútiles.
1-¿Hay un poeta compueblano tuyo que pertenece al mundo de la creación y la tradición poética, Antonio Reyes, parece que se llama, es por azar un pariente cercano o lejano?
En cierta medida somos parientes lejanos, pero en la actualidad tenemos una amistad que raya en lo familiar. Entre sus ancestros familiares están el gran poeta Juan de Jesús Reyes, el compositor Radhames Reyes Alfau y el barítono Guarionex Aquino Reyes. El doctor Antonio Mateo Reyes (afectuosamente Monchy) es uno de nuestros grandes compositores. La Banda Municipal de Mao alberga en su repertorio más de 50 composiciones de su autoría. Entre esas composiciones destacan el “Himno Municipal de Mao”, la música del “Himno a la Batalla de La Barranquita”, el “Himno a La Batalla de Santiago del 30 de Marzo”, el himno del INDENOR (Instituto para el Desarrollo del Noroeste), el himno de La Galería de la Fama del Deporte Noroestano, el “Himno a los Ancianos”, la música de las marchas Canto de Guerra y El Criollo. Además, el doctor Mateo compuso el tema “Mao Centenario” que grabó Fernandito Villalona en 1982 para el centenario del municipio de Mao. Son innúmeras las obras musicales y compositivas de este gran maeño, quien ha sido considerado como uno de los más prolíficos compositores de nuestra región.
2-¿Es para tí un buen poeta o es uno más de la tradición?
Él no se considera a sí mismo como un gran poeta, sino más bien un compositor. Sin embargo él ha escrito versos de gran sencillez que rezuman un sabor intimista y filosófico. No hay en Mateo Reyes retórica alguna o tendencia estética, sólo expresa estróficamente algún pensamiento que le inquieta. Otra faceta de él es la de genealogista, ha escrito un voluminoso libro sobre la familia Reyes que se mantiene inédito.
3-¿Cómo anda la poesía en el noroeste y específicamente en Mao?
En los últimos años la poesía de nuestra zona ha recibido un buen empuje con la publicación de varios libros de poemas. Nuestro poeta por tradición ha sido Juan de Jesús Reyes, a quien le siguió en las letras su hijo Parmenio Reyes. Luego fue escasa la publicación de libros, no así la escritura de poemas y su publicación en revistas y antologías. Emmanuel Rodríguez, Aleja Amaro, Luis Flores, Belkis Torres, Juan Nicolás Tineo escribieron poemas o publicaron libros en las últimas décadas. Pero es a partir de 2007 cuando se reactiva la actividad literaria gracias a las motivaciones de Bergson Rosario, Juan Nicolás Tineo y Randolfo Ariostto, quienes actuaron de trampolín para que los nuevos creadores salieran a flote. A partir de ese año surgen o continúan voces como las de Carlos Reyes, Augusto Bueno, Bartolo Cabrera, Juan Dietsch, Rosa Elina Rivas, Carlos Manuel Peña Fermín, Carlos Paulino, etc. Randolfo Ariostto publicó el poemario “Alba sin madre”, Augusto Bueno publicó “Otra forma para morir”, Carlos Reyes “Juego de espantos”, Juan Nicolás Tineo “Versos en cautiverio”, Bergson Rosario “Lúdica de la piel”, entre otros.
4-¿Tienes, acaso, alguna obra gruesa en tu producción actual o ésta se halla en gestación todavía?
Hasta ahora he publicado tres poemarios y una antología: “Saudade” (2002), “Juego de espantos” (2008), “Mitologías” (2009) y la selección de escritores noroestanos “Letras del sol” (2009). Espero este año sacar un nuevo poemario, el cual he ido perfilando poco a poco.
5-¿Tienes algún comentario sobre la poesía de este tiempo?
La poesía de este tiempo es buena cuando ha superado viejas fórmulas muy recurridas. Los jóvenes poetas actuales caen aún en esas viejas fórmulas al metaforizar o simbolizar con estructuras lingüísticas o semánticas muy predecibles o poco creativas. Leo a todos los jóvenes que publican para darme cuenta de ese escollo, pero debo decir que algunos superan el problema o se acercan a su solución. Hay también veteranos que siguen el esquema. Es mucha la poesía que hay escrita en el mundo, y las conexiones que se establecen entre los formatos de ejecución sígnica o simbólica son muy frecuentes. Uno puede escribir un buen poema que de repente halle resonancias conceptuales o reflexivas en otro que ha escrito un importante poeta del siglo XX. Dicha situación invita al nuevo poeta a generar otro ámbito de proyecciones expresivas, de lo contrario se repite el molde gastado que en definitiva no aporta a la estetización de la lectura lúdica.
6-¿Cuál es tu parecer respecto a los clásicos?
Tengo en un trono a los clásicos, han dicho lo esencial del ser humano y que hoy simplemente se repite con otras formas y palabras. Ahí está el gran Lao Tse con su “Tao Te King”, Vyasa con su “Bhagavad-Gita”, Publio Ovidio Nasón con su “Ars Amandi”, Platón con sus “Diálogos”, el Arcipreste de Hita con su “Libro de Buen Amor”, Jean de Meung y Guillaume de Lorris con su “Roman de la Rose”, Boccaccio con su “Decamerón”, Francois Villon con su “Poesía”, etc. La lectura permanente de los clásicos permite la adquisición de una didáctica de la vida imprescindible para la libertad y el poder sobre la naturaleza.
7-¿Quiénes han influido más, a tu juicio, en tu formación poética?
Después de haber escrito muchos versos de forma silvestre o sin formación lectural a principios de la década del 90, conocí la obra de Rubén Darío. “Cantos de vida y esperanza” fue mi maravilloso encuentro con la cadencia y el ritmo de una potencia lírica sumamente contagiosa. Después vendría César Vallejo y sus “Poemas humanos”, con quien descubriría un mundo diferente e inquietante. Al leer a Manuel del Cabral me sentí tentado a imitarlo, y luché por evitar la influencia, aunque a veces fracasaba. Leí a Manuel Scorza, al José Martí de “Ismaelillo” y los “Versos sencillos”, al Pablo Neruda de los 20 poemas y “Los versos del capitán”, a Fernando Pessoa, a T. S. Eliot, a André Breton, a Tristan Tzara, a Franklin Mieses Burgos, al Freddy Gatón Arce de “Retiro hacia la luz”, a Pedro Mir, al Antonio Fernández Spencer de “El regreso de Ulises”, al Paul Celan de “Cristal de aliento” y a partir de ahí la lista se hace interminable.
8-¿Crees que ésta se halla en ciernes o va madurando paulatinamente?
Puede ser que se halle en ciernes en cuanto a cantidad publicada, sin embargo la extensión no es medida de la dimensión. Hay en ella los presupuestos de mi poética en su fase problemática o de identificación. Más adelante introduzco algunos procedimientos “inéditos”, no vistos en la generalidad de las composiciones. En esto no radica su mayor importancia, tal vez sólo busque la continuidad de la histórica ruptura.
9-¿Vas a entregar algún poemario a la imprenta?
Quiero publicar con Arte Poética Press, es probable que en los próximos días me ponga en contacto con su editor para mostrarle un trabajo poético breve que tengo guardado.
10-¿Vas a dar un recital en la Feria Internacional del libro?
Desde hace muchos años participo en recitales en la Feria Internacional del Libro, hasta el momento no he recibido invitación para este año pero es seguro que viene por ahí. En las últimas ocho ediciones de la Feria me han tomado muy en cuenta.
11-¿Qué aconseja para hacer buena poesía sobre todo a los imberbes del oficio?
Lo primero que hay que hacer es leer a todo el que ha escrito o está escribiendo poesía, luego uno lee algunos estudios sobre estética o crítica poética (aunque algunos no recomendarían tal cosa). Se debe observar con atención lo que se ha hecho históricamente en el terreno y determinar si las nuevas generaciones incurren en los mismos esquemas. Se somete el esquematismo a una prueba de sensibilidad estetizadora, y dependiendo del grado de belleza que aporte se ensayan nuevas propiedades. Pero lo nuevo debe estar más allá de la novedad, se trata de un enrarecimiento, debido a que las viejas estructuras han inducido una modorra de la que hay que despertar para no perder el sentido de lo misterioso.
12-¿Qué piensas de los escritores y poetas dominicanos actuales y los ya clásicos?
No han tenido la trascendencia real que merecerían. Últimamente se ha tornado difícil hablar de los escritores dominicanos, porque todos tienen ideas diferentes sobre su realidad, aunque muchos coinciden en sus criterios. Algunos opinan que el insularismo ha sido el responsable de su falta de proyección, cuando vemos que los escritores criollos emigrados a las potencias no han tenido el debido éxito (se excluyen Díaz y Álvarez). Aparecen los que ganan un importante premio
internacional (el Odón Betanzos, el Casa de las Américas) pero que no se traduce en una masiva lectoría y recepción crítica, indicio del éxito literario en la actualidad. Con respecto a los escritores clásicos dominicanos ya hemos visto la canonización que ha hecho Giovanni Di Pietro: Cestero, Aristy, Damirón, Pérez, Bosch, Galván, Lacay Polanco, etc. Son nuestros grandes valores literarios a exportar que aún se mantienen en las sombras; si revisamos los catálogos de las grandes editoriales (Espasa Calpe, Alianza, Kapelusz, Losada (con excepción de Manuel del Cabral), Porrúa, Lumen, Aguilar (con excepción de Emilio Rodríguez Demorizi), Bruguera, Seix Barral, Fondo de Cultura Económica (con excepción de Max Henríquez Ureña), Joaquín Mortiz, Caralt, Impedimenta, Galaxia Gutenberg) no es dable encontrar sus obras editadas allí. Se trata de un asunto complejo que precisa de una larga conversación.
13-¿Háblanos, por favor de la poesía a nivel global, sus autores y sus producciones?
Estamos en espera del gran libro de poemas que nos libre del impacto de un asteroide. Aunque amo la poesía, la escribo y la leo permanentemente, no tengo buena opinión de ella en el momento. Claro está que conozco el valor de la misma y sé el poder transformador que tiene. El problema radica en que se está produciendo una enorme cantidad de poemas que no se está leyendo a nivel global. Vivimos la era de los best sellers y de la novela, lo que ha ido en detrimento de la lectoría de poemas, por desidia ante su extrañamiento. Se dice que la poesía es para minorías, sin embargo esas minorías no alcanzan, lecturalmente, para tan sólido aparato productivo de poemas: se quedan muchos poetas o poemarios sin ser leídos. Los premios hacen una selección y aparece la masa que se interesa en el premiado. Si no escribimos poemas para que nos lean sino por amor al arte entonces podemos escribirlos y tirarlos al zafacón, al final tendremos el placer de haberlos escrito.
En España se aprecia a un Gamoneda o a un Caballero Bonald, en América a un José Kozer, León Félix Batista, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, en Norteamérica a un Antin, a una Sexton, etc. Pero la producción de poemarios es enorme, hace falta una docena de vidas para leerla.
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