En
mi país, muchos se preguntan ¿quienes son los corruptos? No se encuentra fácil la respuesta, ya que
históricamente lo que hoy se conoce como corrupción antes eran ventajas
que los gobiernos de turno les daban o les proporcionaban a sus amigos o aliados
que los ayudaron a obtener el poder, sencillamente eso, el cual se veía
como algo natural. Con el paso del
tiempo se veía como pegado, a quienes obtenían ventajas de los gobiernos y nada
más.
Ahora
el adjetivo de corrupto que suena muy mal se asocia al delincuente y ello ha
complicado el asunto, de tal manera que los beneficiarios del poder, cuando
presentan o exhiben riquezas adquiridas como pago por sus aportes a las
campañas políticas se ven como delincuentes comunes y no como que reciben el
pago de su trabajo político. En la R. D., no hay una persona con dinero que no
haya sido beneficiada con recursos del Estado Dominicano. Comerciantes,
industriales, hacendados en fin, resulta imposible que una persona en nuestro
país adquiera riquezas limpiamente, a alguien le debe el paso de pobre a
ser rico.
En
mi país, se necesita o se requiere de un borrón y cuenta nueva, es decir,
comunicarle al pueblo, a las masas o a la sociedad civil que se impondrá la
tolerancia cero a la corrupción y quien o quienes osen apadrinar la corrupción
perderán todos los bienes que se les encuentre en su poder o en mano de los
amigos, parientes y allegados, los cuales serán objetos de embargo por parte
del Estado, quedando confiscados en beneficio del pueblo dominicano.
Es
necesario un inicio serio, donde las autoridades sean las primeras en rendir
cuentas claras y ser los primeros en recibir el doble del castigo que recibiría
un ciudadano común, es prudente que se escarmienten a quienes pretenden
burlarse del pueblo toda la vida.
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