Por Gabriel Lorenzo Casilla
La seguridad social, un
negocio lucrativo para los intermediarios y un viacrucis para los usuarios de
este servicio que no permite resolver el problema de salud de los usuarios de
este servicio, entre los grandes beneficiarios están los laboratorios y los
administradores de las llamadas ARS, que son las que reciben los grandes
beneficios que deja este sistema de salud.
Hasta ahora los usuarios
recibían unos tres mil pesos por año en medicamentos, pero no el medicamento
que el médico entiende que puede mejorar la salud del paciente, sino los que
ellos entienden que debe dárseles salida de tal manera que si el médico le
receta un medicamento y cuando el usuario va a la farmacia a buscarlo,
generalmente en el establecimiento le dicen que el seguro no lo cubre ese medicamento,
amén de que si lo cubre, el usuario tiene que pagar un porciento, cuyo
medicamento cuando se compra con dinero en efectivo tiene un descuento
considerable, mientras que el precio sube cuando es proporcionado por el seguro.
El ESTADO DOMINICANO
debe ponerse a tono con las circunstancias que vivimos las personas pobres, ya
que los pobres somos los que estamos a expensa de todas las eventualidades, los
mas vulnerables, los llamados a sufrir penalidades y que tengamos los recursos
para resolver los servicios de salud cuando nos enfermamos, si bien es cierto
que la SEGURIDAD SOCIAL, si ello se hubiera diseñado para beneficiar a
las grandes masas, ésta podría beneficiar a los pobres, pero sucede lo
contrario, beneficia a un grupo de comerciantes de la salud, en perjuicio de
los más pobres.
Los productores de
medicamentos, los intermediarios del comercio de las medicinas y todas las ARS,
son sin duda alguna, los que sacan la mayor ventaja de la SEGURIDAD SOCIAL
porque está mal concebida de esa manera y no para que los pobres realmente
sean beneficiados con esta institución.
Los asegurados tenemos que
empoderarnos con el fin de que nuestros derechos sean respetados y que la
asignación que fue aumentada a ocho mil pesos para la compra de medicamentos,
estos recursos sean acumulativos, es decir, que cuando el usuario no use esos
recursos se acumulen y esto le permita al asegurado, mayor posibilidad de
accesar a medicinas de mayor calidad, y cuando el usuario presente una receta,
cuyo valor sea mayor de la asignación que tiene ese asegurado, la cantidad de
recursos económicos acumulados le sirva como parte a ser descontada en el valor
del medicamento.
La salud es el don más
preciado que necesita el ser humano. Para
alcanzar el beneficio de la vida, es necesario comprender la necesidad que
todos tenemos de estar sanos y tener una calidad de vida que nos permita
dedicarnos al trabajo, al estudio, a la familia y poder disfrutar plenamente de
ese fundamental recurso humano.
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