Denver (EE.UU.), 30 ago (EFE).-
Organizaciones en Estados Unidos intensifican labores de reclutamiento y
capacitación de abogados de menores centroamericanos que han llegado al
país de manera ilegal en los últimos meses, y quienes casi en un 50 por
ciento carece de representación legal.
Para revertir ese escenario, en Iowa dos
profesores de leyes de una universidad local se han asociado con un
alcalde y con grupos comunitarios para proveer clases gratis a los
abogados que quieran defender a los menores no acompañados y que han
sido trasladados a este estado, tal como lo confirmó a Efe Stella Burch
Elias.
"Nuestro proyecto respalda a la Campaña Caring
Cities (promovida por el alcalde Bill Gluba, de Davenport) y consiste en
entrenar a abogados para que trabajen pro bono en nombre de clientes
inmigrantes menores de edad no acompañados que necesitan ayuda", explicó
Burch Elias, profesora asociada de leyes en la Universidad de Iowa.
Esta académica y su esposo, Bram Elias, también
profesor de leyes en el mismo centro de estudios, dictarán clases gratis
para abogados interesados en inmigración pero sin especialización en
esta área, a través de una iniciativa desarrollada en coordinación con
la filial local de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración
(AILA).
"Nuestra meta es contar con un grupo de abogados
capacitados para representar a los niños inmigrantes", comentó Elias,
quien agregó que para ese fin se ha implementado una línea telefónica
destinada a los menores, tras un acuerdo con la organización Justice for
Our Neighbors.
"Si es apropiado, esos niños serán referidos a los
abogados para que los representen en la corte de inmigración", explicó
la jurista.
Por su parte, la organización Kids in Need of
Defense (KIND), con sede en Washington, ya trabaja con más de 210 grupos
de asociados y un total de 8.000 abogados para ofrecer representación
legal a esos menores en diferentes estados del país.
"Muchos abogados se han puesto en contacto con
nosotros debido a la emergencia de los menores no acompañados, para
ofrecerles ayuda a esos niños en las ciudades en las que trabajamos",
puntualizó a Efe vía telefónica Megan McKenna, directora de
comunicaciones de la organización.
Según McKenna, el principal obstáculo que KIND y
otras organizaciones similares enfrentan es que "pocos recursos se
destinan a facilitar la representación legal pro bono de los menores
inmigrantes", por lo que los abogados y sus mentores trabajan sin
compensación y las clases de capacitación que se ofrecen también deben
ser gratis.
Si esas tareas se pagasen, estimó McKenna, el costo superaría los 50 millones de dólares.
Según un reciente estudio publicado por la
Universidad de Syracuse, sólo el 48 por ciento de los menores con orden
de deportación cuentan con un abogado y el 90 por ciento de los menores
sin abogado son deportados.
De acuerdo a datos oficiales, entre octubre del
año pasado y junio de este año más de 63.000 menores no acompañados han
ingresado a EE.UU. por la frontera sur del país, y en su mayoría son
niños originarios de El Salvador, Honduras y Guatemala.
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