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Ing. Temístocles Montas, Ministro de Economía. |
El ministro de Economía, Planificación y
Desarrollo (MEPyD), ingeniero Juan Temístocles Montás, considera que
Haití es la más alta prioridad de la política exterior dominicana, no
sólo por ser el mayor comprador del país después de los Estados Unidos,
sino también por las implicaciones de una migración ya “desbordada”, con
tendencia a agravarse en los próximos años.
Dijo que Cuba es el segundo reto de la política
exterior y de la diplomacia de la República Dominicana que tendrá que
lidiar ahora con las implicaciones para la economía nacional de la
eventual apertura de la mayor de las antillas al mercado norteamericano,
informó la Unidad de Comunicaciones del Ministerio.
“Desde ya, en los próximos veinte años, la de República Dominicana se perfila como la mayor economía de las subregiones del Caribe y Centroamérica, lo que nos coloca en la perspectiva de mejorar la cualificación de nuestra política exterior y la eficacia de nuestra diplomacia con estos vecinos y con el resto de las economías de América Latina”, agregó Montás.
El funcionario hizo estos planteamientos en el
Foro Nueva Diplomacia Dominicana en la sede del Ministerio de Relaciones
Exteriores, donde reveló tendencias y proyecciones para Haití y
República Dominicana de The Millenium Proyect: Latinoamérica 2030, y el
Frederick S. Pardee Center for International Futures de la Universidad
de Denver, informó la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
Según esos estudios, la isla tendría en 2030 unos
25 millones de habitantes distribuidos en igualdad, pero el PIB per
capita dominicano (a precios del 2000) pasaría de US$5,296 a US$12,000, y
el de Haití de US$720 en 2010 a US$1,043. Eso significa que, de
mantenerse esta tendencia, la brecha entre ambos se ampliaría de 7 a 1 a
casi 12 a1.
También son notorias las diferencias económicas,
para 2010 el gasto del gobierno dominicano fue equivalente a US$12,240
millones con proyección a superar los US$32,550 millones en 2030, en
tanto el de Haití pasaría de US$1,708 millones en 2010 a US$3,488.
El ministro Montás citó también que la demanda de
agua en ambos países se incrementaría en 28% a 2030, pero la de energía
permanecería cercana a 0.98 en dominicana y en Haití pasaría de 1.2 en
2010 a 1.9 en 2030.
El rendimiento agrícola por tarea pasaría de 3.73
toneladas por hectárea en el país en 2010 a 5.11 , mientras que en Haití
pasaría de 2.41 a 3.0. La cobertura boscosa en Haití sería en 2030
ligeramente inferior al actual (3.72% de tierras forestales en 2010
versus 3.44% en 2030), mientras que en el país se mantendría
prácticamente en 40%.
Al identificar a Haití como el principal reto de
la política exterior dominicana, el ministro Montás subrayó que mientras
para el país se proyecta una reducción en la tasa de pobreza extrema de
1.61% a 0.42 de 2010 a 2030, lo que en Haití se espera es un incremento
de 57.9% a 59.0%.
“Un análisis de estas proyecciones nos lleva a
concluir que las presiones migratorias de Haití hacia la
República
Dominicana tenderían a agravarse; el stress sobre los recursos
ambientales de la isla se profundizaría, y en caso de no ordenarse estos
flujos migratorios, aumentaría la presión sobre el desarrollo social
nuestro”, previno.
Aseguró que esa ya “desbordada” presencia de la
migración haitiana en el país también tiene implicaciones para la
pervivencia como nación y para la realización de los grandes objetivos
nacionales de desarrollo.
Se preguntó si en ese contexto cuenta el país
con los mecanismos y capacidades para aprovechar de forma
institucionalizada las oportunidades que se abren y enfrentar las
amenazas y riesgos asociados a las tendencias globales, regionales e
insulares a fin de que la política exterior opere como pieza clave.
Fuente: El Nuevo Diario
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