Julio César García E.
San Cristòbal-Dic 2013
Cuando los que aplican las leyes agarren a esos criminales
el mundo será tal y como está previsto, “un verdadero caos”.
Todas las economías se van a derrumbar a excepción de
aquellas que se sostienen de la caridad pública.
Las guerras ya no serán posibles
pues no habrá quien las financie, los
grandes avances de la medicina se detendrán, pues ya no se podrá ir a países como
Guatemala, El Salvador, Somalía etc. a experimentar con seres humanos.
Las megas obras no se continuaran realizando debido a que no
habrá a quien sobornar para conseguir los contratos, las compras
internacionales de aviones de defensa tampoco se podrán realizar, pues no
quedaran ministros de las fuerzas armadas en libertad de ejercer estas tan
sagradas funciones.
Gobernaran los partidos emergentes liderados por los vecinos
de las favelas, porque los grandes partidos no irán a elecciones por falta de
fondos.
Las muchachas de los barrios marginales no se tendrán que
prostituir y los jóvenes no tendrán que limpiar zapatos para llevar algo a sus
casas.
La venta de las drogas ya no será negocio para los policías,
fiscales y servicios especializados.
Cuando en el mundo se agarren a los verdaderos criminales
los países del tercer mundo tendrán voz y voto en la ONU, en la OEA y serán los
que disertaran en las cumbres del G7 y de todos lo Gs, serán los países desterrados
del paraíso los nuevos dueños de la verdad.
Pero, ¿Donde van a caber tantos criminales? Y ¿Quién los podrá
cerrar, si ellos son los dueños de las llaves?, ¿Sera que tendremos que aceptar
que es muy tarde ya? O ¿Estaremos condenados cada uno de nosotros a tomar las
leyes por nuestra propia cuenta?
Una historia al margen:
“En el mes de Marzo del año 2000, 60 haitianos se lanzaron a
las aguas del mar Caribe en barquito de
Morondanga los 60 murieron ahogados, como era una noticia de rutina nadie se
entero, pero esos 60 haitianos habían sido cultivadores de arroz y los cultivadores
de arroz en Haití han sido convertidos a convertirse en balseros o en mendigos
desde que el fondo monetario internacional prohibió los subsidios que el estado
proporcionaba al arroz nacional. El fondo monetario internacional nunca ha
prohibido al gobierno norteamericano que subsidie el arroz que producen en su
territorio los norteamericanos” Eduardo Galeano.
¿Donde van a caber tantos criminales? en el infierno
ResponderEliminar¿Quién los podrá cerrar, si ellos son los dueños de las llaves? la sociedad cuando se empodere realmente del papel que le toca jugar, la carga de responsabilidad que hay que llevar, pero para eso hay que madurar.
¿Sera que tendremos que aceptar que es muy tarde ya? No, aún no es tarde,hay que crecer.
¿Estaremos condenados cada uno de nosotros a tomar las leyes por nuestra propia cuenta? De ningun manera, no podemos bajar al nivel de ellos, además el hecho de tomar cuentas de manera particular sería fortalecer el caos.-