Ramon Antonio Veras |
SANTIAGO
DESPRECIADO
Por:
Ramón Antonio Veras.
1.- Si no fuera porque he tenido la
dicha de siempre vivir en Santiago, me resultaría sumamente difícil comprender
que la degradación en que se encuentra mi ciudad hoy ha sido todo un
proceso degenerativo, en concordancia con la presencia
de la politiquería, y el agrietamiento de la sociedad dominicana entera, como
consecuencia del agotamiento de un orden económico infuncional en
decadencia.
2.- Si hasta hace varios años la ciudad de Santiago de los
Caballeros fue administrada por su ayuntamiento, hoy Alcaldía, con sentido de
decencia, honradez y sano juicio; y ahora nuestro medio se ha
convertido en un bochorno, la explicación hay que buscarla en el material
humano que ha estado dirigiendo el organismo edilicio.
3.- Por el desprecio como la actual Alcaldía de Santiago
se comporta ante la basura, el negocio que hace con los
espacios públicos; y su tolerancia a la agresión visual; la
negociación con el transporte público, su desviación y las
franjas; todo esto evidencia que la Alcaldía se ha llegado a formar la idea de
que la generalidad de los santiagueros y santiagueras no merecemos
consideración y respeto, porque no somos personas decentes, sino gentuzas; un
conglomerado de chusmas despreciables; una caterva de tigres y canallas
que sólo merecemos movernos dentro de la basura, como los puercos pobres
en las pocilgas hediondas; condenados a convivir con la hediondez
que hoy se respira en Santiago.
4.- Santiago se siente desconsiderado. La actitud
despreciativa de la Alcaldía hacia nuestra ciudad se evidencia sin el
menor esfuerzo, pues basta con saber que su parque más céntrico, el
Duarte, fue abandonado para que ante el descuido y el desaseo se apoderen
del mismo los maleantes, mercaderes, maipiolos, distribuidores de drogas, y
delincuentes de todos los calibres.
5- Una comunidad como la de Santiago de los Caballeros, no
merece ser degradada como lo está haciendo la Alcaldía, la cual ha
procurado rebajar a hombres y mujeres decentes deshonrándoles en forma
descarada.
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