martes, 18 de febrero de 2014

Quien siembra vientos

Cardenal Lopez Rodriguez
El viejo adagio que tanto hemos escuchado, pareciera haber sido escrito ayer,  para quien enquistado en la cúspide de la iglesia católica ha tomado para sí el papel de inquisidor, este iluminado con las luces oligárquicas Dominicana, ha olvidado hace muchos años cual es el papel que debe jugar un soldado de Cristo o ha renegado de serlo para convertirse en un defensor de los más oscuros intereses nacionales,
este señor se ha convertido en ultranacionalista, fascista y homofóbico quien cree  puede mandar hasta en el culo ajeno, pasando por las manera en que debe vestir, calzar o pensar cada miembro de la iglesia que dirige.
En la historia de este dinosaurio con vestiduras de obispo, se encuentran algunas anécdotas dignas de olvidar como aquella de decir a un candidato a la presidencia de la República, “debajo de esta sotana hay un hombre”, al momento de este candidato ir hasta la junta central electoral a reclamar sobre un fraude electoral que se le había cometido con el siempre recordado apagón durante el conteo de los votos, en vez de encontrar al presidente de la junta encontró al “Illuminati”  Dominicano, otra belleza fue aquella de llamar chusma a los Dominicanos desposeídos, la de llamar ignorante a los evangélicos, vago a un cura miembro de su iglesia y sinvergüenza a otro.
Sin embargo en la vida el que siembra vientos solo debe esperar que este nublado y parece ser que finalmente se ha nublado el cielo del cardenal, el pasado domingo el reverendo Félix Rosario cura párroco de la iglesia San Martin De Porres acuso al cardenal de  “colocar su alegado patriotismo por encima de lo que debe ser su fe cristiana”.

Pero la historia parece que está a punto de cobrar su deuda al veedor de los ricos en la primada de América, según una fuente entendida, el cardenal ha sido invitado oficialmente a Roma, donde tendrá un encuentro privado con el Papa Francisco, quien según esta fuente, está interesado en la conducta con que durante tanto tiempo y de espaldas a la más básica de las doctrinas cristianas ha estado manejándose el Cardenal.

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