PESE A QUE EL CAPITÁN HUYÓ Y LA MAYORÍA DE LOS MIEMBROS DE LA TRIPULACIÓN NO ATENDIERON A LOS PASAJEROS, EL CRIOLLO PUDO SER LA EXCEPCIÓN
El reportaje narra el terror vivido por los miles de pasajeros que quedaron atrapados en el crucero Costa Concordia cuando naufragó la noche de este viernes luego de que chocara con una roca tras una maniobra que, según señalan las autoridades italiana, pudo deberse a un error del capitán de la nave quien no habría seguido la ruta náutica establecida para el crucero, el más grande de Italia.
El capitán Francesco Schettino, quien se encuentra detenido, enfrenta cargos por homicidio involuntario, negligencia y por abandonar la nave antes de que concluyera la evacuación de los pasajeros.
El comportamiento del capitán fue similar al del resto de la tripulación, que de acuerdo a lo narrado por varios sobrevivientes españoles, corrieron hacia los botes salvavidas peleándose con los pasajeros. De ahí que la mención que hace Juan José Quevedo, quien celebraba abordo su cumpleaños, del comportamiento del empleado dominicano destaca ante lo que fue la actitud asumida por la mayoría. Se trata de una breve línea pero que, en esas circunstancias, tiene mucho peso.
El crucero, con 4.200 personas abordo, encalló frente a la pequeña isla de Giglio. Entre 100 y 150 personas fueron rescatadas del mar por los equipos de socorro, una de ellas ya sin vida. El naufragio ha costado la vida de tres víctimas -un peruano y dos franceses-, además 40 personas han resultado heridas (dos de ellas en estado grave) y hay varias decenas de desaparecidos, de 40 a 70.
Fuente: Alicia Estévez, Listín Digital
"La barca tenía capacidad para unas 30 personas, pero nos subimos unas 70. Íbamos completamente apachurrados. Muchos miembros de la tripulación trataban de ser los primeros en subirse a la barca, sin importarles que hubiera mujeres y niños. Por suerte, un dominicano empleado en la joyería del barco puso un poco de orden", el testimonio figura en un reportaje del diario digital español "El Mundo".El reportaje narra el terror vivido por los miles de pasajeros que quedaron atrapados en el crucero Costa Concordia cuando naufragó la noche de este viernes luego de que chocara con una roca tras una maniobra que, según señalan las autoridades italiana, pudo deberse a un error del capitán de la nave quien no habría seguido la ruta náutica establecida para el crucero, el más grande de Italia.
El capitán Francesco Schettino, quien se encuentra detenido, enfrenta cargos por homicidio involuntario, negligencia y por abandonar la nave antes de que concluyera la evacuación de los pasajeros.
El comportamiento del capitán fue similar al del resto de la tripulación, que de acuerdo a lo narrado por varios sobrevivientes españoles, corrieron hacia los botes salvavidas peleándose con los pasajeros. De ahí que la mención que hace Juan José Quevedo, quien celebraba abordo su cumpleaños, del comportamiento del empleado dominicano destaca ante lo que fue la actitud asumida por la mayoría. Se trata de una breve línea pero que, en esas circunstancias, tiene mucho peso.
El crucero, con 4.200 personas abordo, encalló frente a la pequeña isla de Giglio. Entre 100 y 150 personas fueron rescatadas del mar por los equipos de socorro, una de ellas ya sin vida. El naufragio ha costado la vida de tres víctimas -un peruano y dos franceses-, además 40 personas han resultado heridas (dos de ellas en estado grave) y hay varias decenas de desaparecidos, de 40 a 70.
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