Es cada vez más común olvidarnos
del amor y recordarnos de San Valentín, es necesario que retomemos el valor del
amor y nos alejemos de la manada comercializante del santo que enamora, si
sinceramos nuestra situación económica pasado diciembre, nos encontramos con
que las dificultades para los gastos son cada vez mayores, a casi todos enero nos encuentra con
poco o muy poco disponible en nuestras cuentas domesticas para
manejar el día a día y regularmente recurrimos a los
prestamos en las bancas formales o informales, para hacer regalos en esta fecha.
San Valentín convertido desde
hace mucho tiempo en el santo del amor comercial, trae grandes preocupaciones especialmente
en las parejas más jóvenes, que atrapadas por las campañas mediáticas no saben qué
hacer para tener ese detalle que agrade a su medio corazón. Entonces porque no
mirar a nuestro alrededor o en nuestro interior y regresar a lo básico, a lo
realmente importante, a lo que llena, a lo que toco las fibras del corazón,
vamos a regresar a enamorar a nuestras parejas, vamos a regresar a San Valentín,
como era, cuando era San Valentín.
Recuerdo cuando hace algunos años
para esta fecha se gravaban cassettes con canciones románticas que luego pasaron
a ser CD`S, se regalaban cuentos románticos o poemas hechos para quienes
llenaban de amor nuestros corazones, un poco más adelante venían las parejas preparando
las cenas románticas acompañándolas de música suave y unas velas que hacían el
ambiente romántico en la propia casa, los mas artísticos hacían sus pinturas
dedicadas a sus musas y llenaban de colores los ojos de sus amadas o amados.
¿Por qué no regresamos al San Valentín
romántico? A ese que no se basa en nuestras cuentas bancarias o en nuestras
tarjetas de crédito, ese que no hace mayor el amor dependiendo el tamaño o el
valor económico del regalo, ese que se alegra en lo simple siempre que implique
sinceridad, alegría y amor.
Regresar al san Valentín que
demuestre el gran amor que sentimos hacia nuestras compañeras y compañeros, ese
de las cosas simples, de las cosas sencillas, de las cosas más sentidas, el
santo que vivirá mas allá del 14 de febrero y que debe estar cada día durmiendo
en nuestras almohadas, volvamos al San Valentín que nos hace felices con una
mirada, con una sonrisa, con un te amo, ese que no solo es amor en rojo o negro,
mas es arcoíris que destella con sus colores cada mañana cuando sentimos o
recordamos su besos.
Para este San Valentín tienes
muchas opciones comerciales y muchas que podrán quedar para siempre en la
memoria de tu ser amado, de ti depende, de la manera como busques dentro de ti
y veas lo que es realmente más importante, busca en ti que le agrada a tu
pareja y multiplícalo, busca lo que no se compra en la tienda, eso que le hizo
un día acercarse a ti y hazlo crecer cada día, vive la presencia de San Valentín
cada día de tu vida, convierte a San Valentín en el santo que alegra tu relación
de pareja cada día, todos los días.
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