Fuente: El Nuevo Diario
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Olivo de León al centro. Foto/Archivo. |
NUEVA YORK.-“La libertad de expresión para
los seres humanos, y en especial para los periodistas, es como el
oxígeno, sin el que no podemos respirar y por tanto, no podemos vivir,
tampoco podemos ejercer la profesión”.
La afirmación es de Olivo De León, presidente del
Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), al dictar una conferencia sobre
“La Libertad de Expresión en América Latina y El Caribe” durante el X
Congreso Hispanoamericano de la Prensa celebrado en esta ciudad durante
los días 28,29 y 30 de Noviembre del 2014.
El X Congreso Hispanoamericano de la Prensa, fue
organizado por Millenium Press, el Colegio Dominicano de Periodistas, el
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y otras
organizaciones latinoamericanas de periodistas y contó con la
participación de delegados de toda América Latina, Estados Unidos y
Alemania.
De León afirmó que aunque en la mayoría de la
Constitución de los países latinoamericanos se consagra la libertad de
expresión, así como en leyes especiales, en la práctica se dan muestras
de intolerancias.
Dijo que son escasos los países de América Latina
en los que no se hayan producido acciones contra los periodistas, a
causa de su ejercicio profesional, registrándose 319 periodistas
asesinados en la última década, de los cuales 71 corresponden a los dos
últimos años.
Sin embargo, sostuvo que México se ha tornado en
el país más peligroso para ejercer el periodismo, por su alto número de
asesinatos, secuestros y desapariciones, seguido de Honduras, aunque
citó lo difícil del periodismo en Colombia, Brasil y Paraguay.
Asimismo, citó los obstáculos que se dan en Perú, Venezuela, República Dominicana y Guatemala.
Aseguró que a estos asesinatos se suman atentados
contra la vida, amenazas de muerte, encarcelamientos, agresiones
físicas, intimidaciones, persecuciones, presiones judiciales y
psicológicas y otras violaciones que afectan la vida de los periodistas y
trabajadores de los medios.
Precisó que en los últimos cinco años 50 periodistas fueron asesinados en México, 31 en Brasil y 30 en Honduras.
En tanto que en este año de 2014 fueron asesinados
27 periodistas en América Latina, de los cuales mataron 8 en México, 5
en Honduras, 4 en Brasil, 3 en Paraguay, 2 en Colombia y Perú, 1 en
Panamá, El Salvador y República Dominicana.
De León se refirió a la legislación de cada país
en lo relativo al tema, pero centró su atención sólo en República
Dominicana, Ecuador, Uruguay, Argentina, Venezuela y Bolivia.
Sostuvo que la legislación más avanzada en cuanto a
libertad de expresión y medios audiovisuales en la región la tiene
Ecuador, seguida de Uruguay y Argentina, al tiempo que explicó que la
mayoría de las constituciones de los países latinoamericanos consagran
este Derecho Fundamental.
Agregó que suele ser una constante en la mayoría
de las constituciones y las leyes especiales de nuestros países, la
presencia del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos
Humano que establece que toda persona tiene derecho a la libertad de
opinión y de expresión; este derecho incluye no ser molestada a causa de
sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y
el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de
expresión.
Indicó que este postulado también está presente en
todos los tratados internacionales que tienen que ver con la libertad
de expresión, en las resoluciones de los convenios internacionales,
regionales y de distintas organizaciones.
Resaltó la importancia de este tema en la
Constitución Dominicana, el cual está presente en varios artículos, la
ley 6132, la 53-07, el Código Penal, la 10-91, entre otras.
Mientras que en la ley audiovisual del Ecuador se
plantea la defensa de los derechos de los trabajadores de la prensa en
condiciones de no precarización laboral, la eliminación de monopolios en
los medios audiovisuales.
Dijo que incluye la obligación para los
anunciantes privados de destinar al menos un 10% de su presupuesto anual
de publicidad a medios de comunicación de cobertura local o regional,
obliga a los medios a proveer a sus empleados los recursos económicos,
técnicos y materiales para el adecuado ejercicio de sus tareas
periodísticas.
Estipula que la nómina de trabajadores de los
medios de carácter nacional debe conformarse "con criterios de equidad y
paridad entre hombres y mujeres, interculturalidad, igualdad de
oportunidades para las personas con discapacidad y participación
intergeneracional" y como garantía de la calidad de la información.
Asimismo, establece que las actividades
periodísticas de carácter permanente deberán ser desempeñadas por
profesionales en periodismo o comunicación (con excepción de los
espacios de opinión, columnas especializadas y programas periodísticos
en las lenguas de las nacionalidades y pueblos indígenas).
Otra innovación es la prohibición
del "linchamiento mediático", entendido como "la difusión de información
concertada y reiterativa… destinada a desprestigiar a una
persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública".
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