Un juez determinó el lunes que el granjero de 66 años irá a prisión
si no demuele su casa, una imitación de castillo medieval, que construyó
sin permiso de obra.
Fidler construyó la estructura de cuatro habitaciones — completa con dos torretas — en su granja de alrededor de 32 kilómetros (20 millas) al sur de Londres en 2000, manteniéndola oculta detrás de pilas de pacas de paja y lona.
Las autoridades locales le ordenaron derribarla en 2007, diciendo que violó las reglas de planificación diseñadas para proteger el campo, y Fidler perdió varios desafíos legales contra la orden.
El juez del tribunal supremo, Ian Dove, dijo que Fidler sería encarcelado durante tres meses por "desafío intencional", a menos que haya cumplido para el 6 de junio de 2016.
"Este proceso ha continuado desde hace muchos años", dijo el juez. "Ahora es tiempo de que esas violaciones en el control de planeación sean remediadas y eso es lo que va a pasar. De lo contrario, habrá consecuencias graves".
Fidler, quien se representó a sí mismo en el tribunal, reclamó al consejo local que estaba por destruir su vida y argumentó que no puede demoler la construcción porque ha descubierto murciélagos en peligro de extinción y tritones en su interior. Él salió de la corte sin hablar después de la sentencia.
Fidler construyó la estructura de cuatro habitaciones — completa con dos torretas — en su granja de alrededor de 32 kilómetros (20 millas) al sur de Londres en 2000, manteniéndola oculta detrás de pilas de pacas de paja y lona.
Las autoridades locales le ordenaron derribarla en 2007, diciendo que violó las reglas de planificación diseñadas para proteger el campo, y Fidler perdió varios desafíos legales contra la orden.
El juez del tribunal supremo, Ian Dove, dijo que Fidler sería encarcelado durante tres meses por "desafío intencional", a menos que haya cumplido para el 6 de junio de 2016.
"Este proceso ha continuado desde hace muchos años", dijo el juez. "Ahora es tiempo de que esas violaciones en el control de planeación sean remediadas y eso es lo que va a pasar. De lo contrario, habrá consecuencias graves".
Fidler, quien se representó a sí mismo en el tribunal, reclamó al consejo local que estaba por destruir su vida y argumentó que no puede demoler la construcción porque ha descubierto murciélagos en peligro de extinción y tritones en su interior. Él salió de la corte sin hablar después de la sentencia.
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