Por María Victoria Ureña
Una situación llamó a la atención a mucha gente del pueblo fue que
muchas de las participantes andaban en lujosas yipetas, carros en
buenas condiciones, bien vestidas dando la impresión de bien comida.
Un
día tan significativo como el 8 de marzo declarado como Día
Internacional de la Mujer, que debe tomarse para reflexionar sobre sus
conquistas, frustraciones, aspiraciones mas anheladas, y sobretodo
para consensuar planes y propuestas viables para lograr las metas que se
hayan propuesto alcanzar y luego hacérselas llegar a los candidatos
presidenciales y a los organismos que tienen que ver con la mujer.
Las mujeres perredeístas celebraron esa fecha con
una concentración de toque de calderos y cacerolas vacía en
diferentes puntos del país con el objetivo de dar la impresión de que el
pueblo está pasando hambre y que no aparecen en plazas y supermercados
los diferentes rubros agrícolas y alimentos.
No
me explico cómo un día tan especial para las féminas es escogida para
dar ese desfasado espectáculo de toque de calderos en vez de unificar
criterios sobre la problemática de la mujer dominicana y los retos que deben superar ese importante sector de nuestra sociedad.
Una situación llamó a la atención a mucha gente del pueblo fue que
muchas de las participantes andaban en lujosas yipetas, carros en
buenas condiciones, bien vestidas dando la impresión de bien comida.
Esa actividad mostró que
las mujeres pobres y de los barrios no estaban representadas, si con
esa acción querían mandar un mensaje a la sociedad de la insatisfacción
del sector femenino por el gobierno que encabeza el doctor Leonel
Fernández Reyna, más que un éxito fue un fracaso de estrategia del
equipo del candidato Hipólito Mejía.
Porque
en estos momentos, a pesar de la crisis mundial , la República
Dominicana no ha experimentado escases de productos alimenticios, una
inflación controlada y la estabilidad cambiaria estable, elementos que
pueden producir disgusto en la población y motivar a huelgas.
Al
parecer a esas damas se les olvidaron todas las penurias que pasaron
los pobres de este país en el periodo 2000-2004 donde los supermercados y
los colmados eran llamados la Casa del Terror por la inestabilidad de
los precios experimentado todos los días, peor aún que los alimentos no
aparecían por parte., los huevos caros, un plátano se cotizaba a 12
pesos, la libra de arroz a 25 pesos, la leche por las nubes, el dólar a
60 por uno, el gas licuado ni por los santos espiritista se encontraba
Para
conseguir el gas de cocinar los ciudadanos tenían que hacer grandes
filas que se convertían en un infierno donde sólo se escuchaban insultos
y maldiciones al que hoy es candidato por el PPH.
En
ese entonces la economía mundial andaba bien, y los precios andaban por
las nubes, empresas quebraban y la desesperación se apoderaba de la
gente, en ese tiempo sí era necesario realizar
protestas de calderos vacío no como ahora donde las que protestaban se
veían gordas y coloradas.
En
vez de calderos luminosos y ollas radiantes en la manifestación, les
hubiese quedado mejor y así ayudar al candidato Mejía que no tiene
calidad moral para hablar de hambre, lo que explica que en los últimos
meses viene descendiendo en las encuestas por las constantes demagogias y
el mal gobierno que encabezó. Proponerle incluir en sus propuestas, si es que las hay, programas
y reformas que favorezcan a la mujer dominicana en término educativo,
protección familiar, garantía de trabajo y educación de sus hijos, de
equidad de género, desarrollo social y sobretodo de combatir la
violencia intrafamiliar que tanto nos afectas.
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