martes, 8 de mayo de 2012

Un discurso alejado de sus hechos

Por María Victoria Ureña
El reciente discurso de Hipólito Mejía  por una cadena de radio y televisión fue totalmente divorciado a sus hechos y actuaciones, al escucharlo creí estar en otro planeta del universo  con otro candidato o actor   que  hablaba de hacer cosas buenas cuando en sus recorridos dice lo contrario, pero no, era el mismo Hipólito disfrazado de oveja que se dirigía a la nación que él mismo destruyó.


Sin lugar a equivocarme,  esa alocución   fue  redactada por sus asesores extranjeros que no conocen nada de la pasada gestión que Mejia tan desastrosamente encabezó,  arrebatándoles muchísimas oportunidades de progreso a los hijos de ésta tierra : en educación, empleos, en salud, en planes sociales, crecimiento económico y la ejecución de obras de infraestructuras y mas.

Me atrevería asegurar que esa apresurada alocución es el resultado de las continuas metidas de patas del candidato del PPH, que ha trastocado áreas sensibles de la sociedad como el relajo que pretende convertir un programa social tan especial como el creado por el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y que los Organismos Internacionales han reconocido su desempeño exitoso.

Ahora Hipólito Mejía que sigue siendo el mismo del 2000 al 2004, quiere tapar el sol con un dedo diciendo que en un posible gobierno suyo, espero que NO, ampliar el referido programa social y crear políticas a favor de las mujeres, luego de su ofensa a ese ser tan especial como las mujeres.  Usted derramó su agua  turbia por toda la sensibilidad de aquellos que son mas vulnerables de la sociedad,  difícilmente la pueda recoger este 20 de mayo.

Le aseguro que su discurso se volverá contra usted señor Mejía. Por que la gente ya no cree en sus patrañas y en sus arrepentimientos, hay muchas almas heridas por sus ímpetus incontrolables.

Las mujeres dominicanas especialmente les vamos a responder con mucho gusto éste domingo 20 de mayo bien tempranito y le aseguramos que usted no quedará con gusto de volver a ofender a las mujeres.

Ah y cuidado con meterse con la doctora Margarita Cedeño de Fernández, ahórrese sus  amenazas, porque ahí usted va a saber si el gas pica y la gasolina empolla, digo esto para que no le valla peor.

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