Fuente: Agencias
París, 10 ene (EFE).-El Gobierno francés
reforzó hoy aún más el dispositivo de protección antiterrorista, en una
jornada en la que 700.000 personas se echaron a la calle en todo el país
en homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas de esta semana,
como aperitivo de la gran manifestación convocada para mañana en París.
El presidente francés, François Hollande, autorizó
el despliegue adicional de 320 militares para proteger ciertas
instituciones y lugares de culto y mantuvo en su máximo nivel en la
región parisina el plan antiterrorista Vigipirate, que incrementa la
vigilancia de las principales infraestructuras.
La decisión se tomó en la quinta reunión de crisis
celebrada por el Ejecutivo desde el atentado del miércoles contra la
revista "Charlie Hebdo", que causó 12 muertos; el asesinato de una
policía municipal el jueves en París y la doble toma de rehenes ayer,
que acabó con la muerte de cuatro personas y de los tres secuestradores.
Las fuerzas de seguridad han detenido ya a 13 personas vinculadas con esos hechos y buscan a nuevos cómplices de los autores.
Entre ellas se persigue a Hayat Boumeddiene, de 26
años, compañera sentimental del islamista radical Amedy Coulibaly, que
ayer secuestró a una quincena de personas en un supermercado de París, y
amiga de los hermanos Sarif y Chérif Kouachi, que el miércoles
perpetraron la masacre en "Charlie Hebdo".
Aunque las autoridades han emitido una orden de
busca y captura contra la joven, los medios franceses han filtrado las
sospechas de que se encontraba en Turquía en el momento de los hechos y
de que desde ese país habría pasado a Siria.
Los ataques, según afirmó hoy el primer ministro
francés, Manuel Valls, golpearon algunos de los símbolos de Francia,
como la libertad de expresión y la tolerancia, y la "mejor respuesta" de
la ciudadanía es la unidad nacional y la movilización.
Esas dos premisas marcan la marcha masiva
convocada para mañana en la capital francesa, que encabezará Hollande y
estará secundada por numerosos dirigentes extranjeros, como la canciller
alemana, Angela Merkel; el presidente del Gobierno español, Mariano
Rajoy, o el primer ministro británico, David Cameron.
La llamada "marcha republicana", en la que se
espera a centenares de miles de personas, movilizará a más de 2.000
policías y 1.350 militares para garantizar la seguridad de los
asistentes, un despliegue "excepcional" para una protesta de la que no
hay precedentes en Francia.
Francotiradores en los tejados, 150 policías de
civil para proteger a los jefes de Estado o de Gobierno, 56 equipos
motociclistas o 24 unidades de fuerzas móviles dan idea de la dimensión
de la cita, precedida hoy por protestas en todo el país.
Las marchas en las principales ciudades francesas,
que transcurrieron en gran parte en silencio y con mensajes de
solidaridad con las víctimas como el popular "Yo soy Charlie",
reflejaron, según Valls, el "grito de amor por la libertad y la
tolerancia" que el Gobierno espera que se repita mañana.
"El terrorismo quiere dividirnos. La movilización
de los franceses es la respuesta más bella", insistió el primer
ministro, según el cual cada uno, tanto a nivel político como ciudadano,
debe "asumir su responsabilidad".
La formación ultraderechista Frente Nacional (FN),
que se ha sentido excluida de la marcha parisina, consideró hoy que esa
manifestación es "sectaria" y se ha visto "secuestrada por los
partidos" y llamó a sus simpatizantes a no participar en esa protesta,
pero sí en otras fuera de la capital.
"El rechazo a la barbarie nos concierne a todos en
Francia", afirmó hoy su presidenta, Marine Le Pen, que tomará parte
mañana en la organizada en Beaucaire, localidad del sur del país
gobernada por su partido, ganador en Francia de las recientes elecciones
europeas. EFE
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