jueves, 20 de noviembre de 2014

Desamparo

Por: Daniela De La Cruz Gómez

Si algo me llena de pena y de ira
es el desamparo que uno descubre por todas partes.
A nadie parece importarle esos niños sucios y desolados
que cargan una botella de cemento del que se absorben el veneno
cargados de odio y maldiciones
deambulando frenéticos por las esquinas.




Y ni qué decir de esas personas ancianas
que dejan los centros médicos con pasos vacilantes
y que, en convalecencia, deben alcanzar penosamente
una ruta de guaguas o carros públicos
para en medio de un dolor indescriptible llegar
hasta sus infelices e inhóspitas moradas.

Me duele en el alma esa señora mayor
que podría ser mi madre o mi abuela
y que recoge desechos de los basureros
y que se alimenta de comida dañada y podrida.

Me entristece profundamente esa muchacha demente
tan bella y sucia, tan distante y ausente
que se baña desnuda en cualquier fuente de agua
ante la burla y el desparpajo de los transeúntes.
Hace poco cruzó ante mi un muchacho
que no debía tener más de de veintiún años
y ya le habían cortado ambos brazos.

Hay una muchacha que no debe tener más de treinta
a la que algún malvado de una forma artera
le mató el ojo izquierdo
ella camina, delgada, fea, con paso desesperado e incierto
mientras el cuenco vacío parece agrandarse, crecer hasta el
infinito.

Como infinita es la angustia que siento cada vez que la veo.
miro un video de gente enfurecida
golpeando casi hasta la muerte a tres delincuentes
que después fueron ultimados a balazos por verdaderos
justicieros
que ahora guardan prisión por que así somos.

Se produjo un gran escándalo porque se violaron sus derechos
humanos
pese a que se trataba de verdaderos desechos humanos
y nadie mencionó a seis personas que ellos asesinaron a mansalva
a numerosas jovencitas violadas
y múltiples robos agravados contra decenas de personas.
el Estado vive de los impuestos increíbles
que pagan las empresas que producen ron y cigarrillos.
Los médicos se quejan de salarios de hambre
porque los dineros públicos se invierten principalmente en activistas
políticos.

Y en derroche de los funcionarios y en obras comisionables
cada mañana, cuando despierto, abro la puerta de la angustia y la
desesperanza
cuando quisiera abrir, con vehemencia, la de la gratitud y la alegría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario