martes, 11 de agosto de 2015

DOS EXPERIENCIAS VIVIDAS QUE NO SON FÁCIL DE OLVIDAR



Por Gabriel Lorenzo Casilla

Una de las fotos históricas de la Guerra de Abril.
Para los dominicanos no será fácil olvidar que durante veintidós largos años estuvimos bajo el mando o dominio de los haitianos y que gracias a los ciudadanos de la parte española, que arriesgaron sus vidas y las de los suyos, pudimos obtener la independencia poniéndole a la parte española el nombre de República Dominicana. 


Existen sobradas razones para que los dominicanos pongan en orden una inmigración, que parece una invasión de ciudadanos haitianos, que el país no está en condiciones de soportar y que de aceptarla se hundirían en la miseria ambos países.

Nuestro país no puede, bajo ninguna circunstancia aceptar bajo el alegato que se violan los derechos humanos, que se quiera imponerle desde cualquier organismo internacional, que la República cargue con los problemas de Haití.  A pesar de lo pequeña que resulta la isla para tener dos ESTADOS, hace casi dos siglos que esta tiene dos países, dos gobiernos, dos idiomas y una decisión de ser libres e independientes, ¡quienes pretendan unificar la isla para que haya un solo ESTADO, están equivocados, pero equivocados de verdad.

Cuando en el año 1965, la organización de la OEA, validó la ocupación de la República Dominicana y permitió la violación al sagrado derecho que tienen los países que están organizados en esa organización internacional, a darse el gobierno que consideren para su bienestar, ese organismo se descalificó en su esencia para lo que fue creado y mantuvo a CUBA, durante más de cinco décadas fuera de su seno por el hecho de que ese país decidió darse otro sistema de gobierno, esto para complacer a los EUA, por lo que debe considerarse una entelequia, tutelada por los países que se consideran los dueños del MUNDO.

Uno quisiera saber, que hizo la OEA cuando Inglaterra invadió a las Malvinas en Argentina, que no dijo nada ni hizo nada para que ese conflicto de resolviera de manera amigable y pacifica, de manera satisfactoria.

Cuando la OEA trata el problema de la inmigración en la República Dominicana, como un problema de DERECHOS HUMANOS, se le olvida que ese país está intervenido por los países que se consideran los dueños del mundo, esa intervención no ha resuelto los graves problemas que tiene  HAITI y se mantienen ahí.

HAITI constituye una carga muy pesada para nuestro país y ese país es un puente para el trafico de drogas, armas y para que los delincuentes internacionales lo usen como vía para cometer sus fechorías en la República Dominicana.

Es conveniente que el gobierno dominicano, y todos los dominicanos comprendamos que esta es nuestra tercera independencia y como tal debemos prepararnos para que como nación libre e independiente, necesitamos que se nos respete y se nos permita poner nuestra casa en orden.

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