Luís Almagro, Sec. Gral. OEA. |
"Tenemos que abordar el tema con bastante
urgencia. Nosotros querríamos tener una reunión con ambas partes a la
vez", indicó Almagro en una entrevista en CNN en español.
"La misión (de la OEA) se reunió con las
autoridades dominicanas y haitianas por separado. Tenemos que juntar a
ambas partes, confrontar las ideas y encaminar un programa para
solucionar esto", apuntó el secretario general.
La OEA efectuó una visita a Haití y la República
Dominicana entre los días 10 y 14 de julio, a invitación de ambos
países, para "tender puentes" y recabar información con la que elaborar
un informe detallado sobre la situación.
La delegación de la OEA estuvo encabezada por
Francisco Guerrero, al que acompañó Gabriel Bidegain, asesor del
secretario general.
La misión, anunciada por Almagro en un Consejo
Permanente del organismo hace dos semanas, comenzó el pasado viernes en
Santo Domingo y terminó este martes en Puerto Príncipe.
De esa visita se está elaborando un informe que Almagro aseguró que se presentará "la semana que viene".
"Se ha avanzado mucho, pero tenemos que lograr una
solución definitiva a este problema. Ello implica que ambas partes
acuerden variables fundamentales para atender el tema de migración. Esta
es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales, económicas
y políticas muy diferentes", apuntó.
Las históricamente tensas relaciones entre los dos
países de la isla La Española se han acentuado desde que el 17 de junio
pasado el Gobierno dominicano puso punto final a su plan para
regularizar a extranjeros indocumentados, la mayoría de ellos haitianos.
El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros
surgió como parte de las medidas tomadas por el Gobierno para hacer
cumplir la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional (TC), que
establece los parámetros para obtener la nacionalidad dominicana.
Esa disposición estipula que no son dominicanos
los hijos de inmigrantes indocumentados a pesar de haber nacido en el
país, ni tampoco los descendientes de extranjeros "en tránsito" en la
nación.
Esta decisión afectó principalmente a miles de
haitianos indocumentados residentes desde hace años en territorio
dominicano y a sus descendientes nacidos en el país.
Haití y entidades no gubernamentales como Amnistía
Internacional y Human Rights Watch han acusado a República Dominicana
de convertir en apátridas a miles de haitianos con el nuevo plan
migratorio.
El Gobierno dominicano ha rechazado esas
acusaciones y ha señalado que Haití no otorgó los documentos de
identidad a miles de sus ciudadanos cuando tuvo toda la oportunidad de
hacerlo.
Según la información oficial, un total de 36.593
indocumentados han abandonado voluntariamente República Dominicana desde
el pasado 18 de junio, un día después de que venciera el plazo de
inscripción en el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. EFE
Fuente: El Nuevo Diario
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