martes, 4 de agosto de 2015

Alcance de las zonas francas

Por Fausto Araújo

Santo Domingo.-Con la Estrategia Nacional de Desarrollo, la puesta en marcha del PNCS, algunos factores que han incidido en Asia -especialmente en China Popular- y, sobre todo, gracias a una serie de medidas y acciones puntuales encaminadas por las autoridades nacionales y el empresariado, el sector zonas francas de la República Dominicana ha venido obteniendo una recuperación verdaderamente excepcional.


Altos costo de producción le restan competitividad a China Popular –que es el mayor fabricante del mundo- lo que beneficia a naciones como República Dominicana y México. Empresarios locales están esperanzados en que en unos cinco años podrían duplicar el número de empleos en el sector y el volumen de las exportaciones.

Ahora falta que se trabaje aceleradamente en el encadenamiento productivo y la reconversión industrial entre los diferentes renglones de producción, tanto dentro como fuera de zonas francas, en el ámbito nacional.

Aunque en plena mitad de la década del 2000 en el ramo textil y confecciones de zonas francas del país se perdieron cerca de 67 mil empleos a causa del desmantelamiento del Acuerdo de Textiles y Vestidos (ATV) de la Organización Mundial del Comercio, del año 2005 al primer trimestre del 2014 se concedieron más de 455 permisos en el Consejo Nacional de Zonas Francas para la instalación de nuevas empresas.

La mayoría de esas empresas ya se instalaron, entre ellas las multinacionales Sara Lee y Gildan Activewear.

El desmantelamiento del Acuerdo Multifibras por parte de la OMC que –desde el 1 de enero del 2005- permite la entrada libre de cuotas de todas las confecciones textiles a Estados Unidos, ha afectado de manera dramática y crucial la competitividad en ese renglón de República Dominicana y Centroamérica por la incursión al mercado norteamericano de las confecciones de China, Vietnam, Bangladesh, Marruecos, la India y Pakistán.

Ante esa realidad una gama importante de empresas de zonas francas empezaron ha dejar de confeccionar tejidos, ha diversificar su producción y a mudarse hacia otras actividades del área tecnológica, como son los Works Center, la fabricación de tecnología de software y cartuchos de tintas para computadoras, impresoras y fax, partes de turbinas de avión, piezas de marcapasos, carrusel de música para bebes, reparación de helicópteros y diseños computarizados de planos arquitectónicos.

De igual manera, en empresas alojadas en parques de zonas francas del país, también, se están confeccionando los tiques de American Arlines, maniquís de pruebas para choques en vehículos, mientras que existen varias compañías dedicadas a la exportación hacia Estados Unidos y Puerto Rico de pimientos morrones, melones, ajíes y berenjenas empanizadas, entre otros.

Así mismo, en muchos lugares, como en las regiones Este y Norte de la República Dominicana, los trabajadores textiles de empresas de zonas francas cerradas han constituido micro y pequeñas empresas de confección con muy buenos resultados.

El ramo particular de zonas francas que ha sido afectado por la competencia feroz de China y Vietnam es el de textil y confección, pero que los demás sectores como calzados, productos eléctricos y electrónicos, tabacos y derivados, productos médicos y farmacéuticos, joyería, cartón impreso, servicios y otros han alcanzado un crecimiento sostenido en los últimos años.

Las autoridades nacionales, sin perdidas de tiempo, pusieron en marcha y anunciaron una serie de medidas para garantizar la competitividad y el relanzamiento del sector de zona franca, entre las que se destacan la creación de un fondo especial inicial de 1 mil 200 millones de pesos para la reconversión de las empresas.

Así mismo, la designación por parte de la Superintendencia de Electricidad como usuarios no regulados a las empresas del sector para que adquieran la energía a una menor tarifa y la disposición de la Dirección General de Aduanas de reducir la tasa por servicios que cobra a todo exportador, ofreciendo un tratamiento especial al sector de zonas francas.

Otras disposiciones son la rebaja de las tarifas, hasta en un 25 por ciento, por renta de edificios, la importación de combustibles libres de impuestos y la prorroga de la OMC para que Republica Dominicana siga dando incentivos al sector zona franca.

De manera especial hay que destacar la aprobación en el Congreso Nacional e inmediata promulgación de la Ley 56-07, de Reconversión Industrial, que dispone la liberalización fiscal especial (exención del Itebis, impuestos sobre la Renta y aranceles) en beneficio de los sectores pertenecientes a la cadena de algodón, fibra, textiles, confección y accesorios; pieles, fabricación de calzado y manufactura de cuero dentro y fuera de las zonas francas.
Las nuevas legislaciones a favor del sector zona franca, unidas a la que procura fomentar las MIPYMES y a la 392-07 de Competitividad e Innovación Industrial, desde ya están dando un empuje sin precedentes a todo el sector manufacturero del país, tanto dentro como fuera de zonas francas.

Actualmente, la participación en el mercado de China Popular –que es el mayor fabricante del mundo- se ha visto seriamente afectada y registrando pérdida de competitividad por el aumento significativo de sus costos de producción, la rápida inflación de salarios, la depreciación del Yuan, el no incremento a tiempo de su productividad y la complejidad de su cadena de abastecimiento.

Una investigación del Índice de Costos de Manufactura del Boston Consulting Group (BCG) explica que China ya está a 96% de paridad de costo de producción con los Estados Unidos, incluyendo toda la industria en general, y que para el año 2015, el costo promedio de labor para manufactura en México sería de un 19% más bajo que en la nación asiática, cuando 14 años atrás, en el 2000, el costo de mano de obra en México era 58% más caro que en China.

Los expertos aseguran que el continuo crecimiento económico de China y el envejecimiento de su fuerza laboral provocarán que sus costos laborales sigan subiendo, lo que hará posible que países como la República Dominicana y México continúen ganando mercados.
La coyuntura es tan favorable, que los líderes del sector afirman que si el país aprovecha las potencialidades que ofrecen las zonas francas, se podrían duplicar el número actual de empleados del ramo y el volumen de exportaciones, hasta llegar a 300 mil empleos y 10 mil millones de dólares en un período de cinco años, respectivamente.

No obstante, hace falta que se trabaje aceleradamente en la reconversión industrial, en los encadenamientos productivos y, en fin, en la asociatividad empresarial, vinculando a industrias pequeñas, grandes y medianas que se encuentren tanto dentro como fuera del régimen de zonas francas.

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