Jed Bush. |
"¿Queremos insultar al 53 % de los estadounidenses
(las mujeres)? Lo que dijo Trump fue un error. Así no es como unimos a
la gente", consideró hoy en Twitter Jeb Bush, exgobernador de Florida y
segundo en las encuestas de los candidatos republicanos para las
elecciones presidenciales en EE.UU.
"Algunos candidatos se quejaron de que las
preguntas del debate fueron duras. ¿Y qué hay de lidiar con Putin? ¿Y
qué hay de lidiar con los retos de nuestro país? Eso (el debate) no es
nada", añadió Bush horas después en su intervención en el encuentro
organizado este fin de semana por el blog conservador RedState en
Atlanta (Georgia).
Trump iba a ser el ponente principal del evento
dada su condición de líder en las encuestas y tras haberse adueñado de
la campaña desde hace mes y medio con sus exabruptos y salidas de tono.
El último de ellos ha ido, incluso para muchos
conservadores, demasiado lejos: ayer en una entrevista en CNN insinuó
que la moderadora de Fox Megyn Kelly fue dura con él en el debate
republicano del jueves porque tenía la menstruación.
"Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le
salía sangre de su... donde sea", dijo Trump sobre Kelly, la única mujer
entre los tres moderadores, cuyas preguntas incisivas al magnate se
situaron entre lo más comentado del primer gran debate presidencial de
2016.
El magnate explicó hoy en su cuenta en Twitter que su expresión de "salía sangre" se refería a la nariz de la comunicadora.
Además aseguró que en Estados Unidos hay
"demasiadas personas políticamente correctas", por lo que abogó para que
las personas "regresaran a trabajar" y "dejaran de perder tiempo y
energía en sinsentidos".
Pero para el organizador del evento conservador
RedState, Erick Erickson, como para muchos otros en EE.UU., esas
afirmaciones de Trump "fueron demasiado lejos".
"(Trump) no es un político profesional y es
conocido por ser directo al hablar. Pero hay líneas que no deben cruzar
incluso quienes son directos al hablar y políticos no profesionales. La
decencia es una de ellas", argumentó hoy en un editorial Erickson, al
explicar la exclusión del magnate.
Otro de los favoritos, tercero en los sondeos y
gobernador de Wisconsin, Scott Walker, se sumó a la ola de críticas a
Trump con un mensaje tajante: "No hay excusa para sus comentarios".
"Megyn Kelly es una entrevistadora dura. Ser
presidente es más duro. Los candidatos republicanos y los medios debemos
volver a cómo hacer que el país vuelva a avanzar", añadió Walker, que
participó en el evento conservador junto a otros 8 de los 17 candidatos.
"No hay excusa. Yo estoy con Megyn Kelly", opinó
la ex consejera delegada de Hewlett-Packard Carly Fiorina, una candidata
desconocida que ha despertado el interés mediático tras destacar en el
debate de consolación que ofreció la cadena Fox con los siete aspirantes
más rezagados en las encuestas.
Más suave fue el exgobernador de Arkansas Mike
Huckabee: "el Partido Republicano no está inmerso en una guerra contra
las mujeres", dijo a los periodistas tras participar en el evento.
Uno de los mejor valorados en el gran debate del
jueves en la Fox, el gobernador de Ohio, John Kasich, dijo a Trump: "no
ofendes a la gente solo porque están en desacuerdo contigo o porque te
cuestionan".
Por el momento el senador de Florida Marco Rubio,
al que los medios dieron como ganador del debate, no se ha pronunciado
sobre la nueva polémica de Trump, aunque participó ayer en el evento y
hoy no ha escrito ningún mensaje en Twitter al respecto o emitido
comunicado alguno.
La exclusión del evento de RedState no es el único
revés que ha sufrido en las últimas horas la campaña de Trump: su
asesor principal, Roger Stone, ha abandonado el equipo.
La campaña dice que lo despidió pero él ha dicho
que se fue por su desacuerdo con los ataques del magnate a la
presentadora, que le desvían del mensaje.
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